¿Alguna vez has escuchado la frase “ponte la camiseta”? Si, y muy seguramente luego de conocer que estarás expuesto a condiciones que no serán favorables para ti, lo cierto es que venimos de una pandemia que trajo a la luz muchas cosas, y una de ellas es que podemos tenerlo todo, pero sin salud mental no somos nada, seré muy reiterativa al decir que el concepto de salud mental dado por la OMS es muy claro “bienestar emocional, psicológico y social de una persona” por lo anterior se requiere de un equilibrio en cada área del individuo y esto es responsabilidad de cada quién porque nadie cuidará tu salud mental sino solamente tú, y esto es porque solo tú conoces tus límites, lo que te es negociable o no, y está en tu deber velar porque nada ni nadie pueda perturbar tu paz.
Un aspecto en el que solemos ser muy vulnerables es en el aspecto emocional y económico, necesitamos afecto, aceptación y a la vez tener una vida digna en la que contemos con lo básico para ello; Sin embargo cuando estamos al borde de “perder” uno de esos aspectos nos encontramos en una gran trinchera, “me quedo solo”, “pierdo su amistad”, “pierdo está oportunidad”, “no tendré como solventar mis gastos mensuales”, “mejor es tener donde cobrar a no tener nada”, y todo eso es importante, pero nunca tan importante como tu paz interior, todo es temporal y es posible recuperarlo, tener una amistad que de verdad te valore, tener un empleo en el que sientas que tu talento es tenido en cuenta, sin embargo lo que cuesta más trabajo recuperar es una autoestima pisoteada, una pobre autoimagen y él sin sabor de que no diste lo mejor para protegerte y evitar aquellas acciones en las cuales no recibiste un buen trato.
En esta sociedad está mal categorizado el término “soportar” porque se piensa que quien deja pasar por alto abusos es quien es más fuerte, pero quién los desaprueba y por ello desiste de una amistad, empleo o relación amorosa, es tildado como débil, y es que el hecho de que no permitas malos trato no te hace débil, solo habla de que tienes límites a tu capacidad de tolerarlos y eso no está mal, porque sí te extralimitas las consecuencias serán percibidas en tu cuerpo a través de enfermedades, sentimientos de culpa y una posible depresión y ansiedad al ver que a lo que otros permites, a ti y a tus seres queridos les es pasada factura a través de no estar presente en tiempos de calidad, dejar de ser tú y ofrecerles una versión rota, mal humorada, herida, y tratándose de ello el desenlace no será el mejor.
Esta columna va dedicada a aquellas personas que valientemente decidieron decir no, derrumbaron las expectativas impuestas por otros y se establecieron como prioridad, desistieron de mendigar la amistad o amor de una persona, incluso de aquellos que sin saber que les esperaba decidieron pasar su carta de renuncia, hoy les aplaudo y les digo que tomaron el mejor camino… El de luchar por su paz interior, por ser fieles a sí mismos, proteger su esencia y por levantar bandera a cuidar su salud mental; Tras ello, queda un gran trabajo por hacer y es el de volver a creer en ti, en tus talentos, en tus virtudes, en todo lo que te hace especial y no permitir que nadie menosprecie tu valor, sino que mientras esté a tu alcance puedas estar en paz con todos, al final del día no eres juez de nadie porque cada quien cosecha lo que siembra y le rendirá cuentas a Dios.
Quizá, te estás haciendo preguntas como estas:
– ¿Qué hice para merecer eso?
Nadie merece ser maltratado emocionalmente, bajo ninguna circunstancia, tú no eres la excepción, no merecías eso que te sucedió.
– ¿Por qué otros lo han logrado y yo no?
Lo intentaste y ahí no fue, tú también lo lograrás, solo es cuestión de persistir, ya llegará tu oportunidad. Si no estás dispuesto a exponer tu salud física, mental y ser un mártir en una batalla que no merece tu sacrificio, es mejor que optes por ponerle fin.
¿Soy débil por no soportar?
Repito que no, nadie está obligado a soportar malos tratos y a sentir que debes pasar por un mal momento para alcanzar lo que te mereces, todo sacrificio trae sus frutos, el éxito tiene un precio, pero nunca bajo el consentimiento de sufrir por el egoísmo de otro. A veces está bien irnos del lugar en él que claramente no somos bienvenidos debido a que con el tiempo desarrollaremos una adaptación a esos malos tratos, en los cuales la autoestima estará seriamente implicada generando inseguridad, desmotivación y reforzando el diálogo interno negativo, puesto que llega un momento en el que puede que interiorices que no eres una persona que merece ser tratado dignamente.
¿Es difícil comenzar de nuevo?
Si, pero cada día tenemos la oportunidad de reinventarnos y con base a nuestras experiencias tomar mejores decisiones y con ello ser tu mejor versión.
En ese proceso de sanación la gratitud es esencial, que celebres los “si” lo que aprendiste, lo que tienes hoy, tu vida, tu salud, todo lo que se encuentra en el presente , que cuentes la historia cuántas veces te plazca y saques de adentro todo lo que te dolió, para ello la terapia es esencial y rodearte de una red de apoyo que te acepte en todas tus facetas y no cuando todo va bien o que piensen que exageras tu dolor, llegó el momento en que tomes la iniciativa y realices aquello que te motiva, que vuelvas a cultivar tus talentos y eso que pueda devolver el brillo en tu mirada.
Solo cuando seamos capaces de entender lo vulnerable que somos, reconocer que a pesar de que somos increíblemente diseñados, con tanto potencial y habilidades, no tenemos la vida comprada, la muerte y la enfermedad son una realidad que pueden llegar en cualquier momento y frente a eso no hay títulos, experiencia, estrato social, prestigio, dinero ni nada material que valga, y solo nos sentaremos a ver pasar la vida, deseando no haber sido causa de sufrimiento de nadie por el egoísmo de tener la razón.
El amor comienza por uno mismo y aquellas cosas que recibiste no tienen nada que ver contigo sino con la historia de dolor de cada quien, nadie que es feliz se dedicará a traer dolor a tu vida, así que levántate, y sigue siendo luz en el lugar en el que te encuentres, ya hay mucha oscuridad en lo que nos rodea: música que nos induce al rencor, cine y series con mensajes catastróficos, modas que acentúan la inseguridad al plantear un solo tipo de cuerpo, en medio de ello permite que seas ese cambio que necesita tu mundo, que en medio de tanta tiniebla tú puedas inspirar paz y ser de bien sin importar lo que recibas, asimismo, cuida tu identidad no olvides quién eres porque el día que eso pase alguien más intentará definirte, y recuerda sí te vas a poner la camiseta que sea para cuidar tu salud mental.
Fernando Báez Sosa, el Colmenares de Argentina