“Mientras más leas, más cosas sabrás. Mientras más sepas, más lejos llegarás.”
Dr. Seuss
Cada día me sorprende más la necesidad de un hábito lector en personas de todas las edades. Es innegable que estamos en una sociedad tecnológica que cada vez lee menos y se distrae más. Sin embargo, ni la tecnología ni las redes son el problema; es algo que va más allá de leer por necesidad o “para que no se oxide el cerebro”, es una apatía mezclada con ceguera de conocimiento que hace que lean menos, comprendan menos y que haya más gente absorta en cosas sin sentido.
Pero bueno, no se puede señalar por completo a la persona misma, ésta problemática parte de la cultura, de la familia, de la escuela y la sociedad; no obstante no ahondaré en ese panorama social que tiene muchas aristas, en su lugar me quedaré con la idea de que a un niño se le enseña a leer, pero no a amar la lectura, se le enseña a escribir, a transcribir, pero muy poco a redactar sus propios textos; lo que a futuro se convierte en un proceso mecánico, es decir, leen por la tarea, leen por aprobar, se aprenden un discurso para exponer, no obstante; si les piden que expliquen no son capaces de hacerlo, porque no interpretan, no se apropian de las palabras.
Consecuente con ello, se ven adolescentes con poca capacidad de argumentación, adultos con escasas ideas y casi que nula creatividad. Todos esos escenarios planteados se perciben en secuencia, como la caída de una hilera de fichas de dominó, pero ¿qué esperamos para hacer el cambio?, empieza por ti, tenemos internet a nuestros pies, explótalo con cosas productivas, lee noticias, libros, revistas, pero lee, escucha un podcast, ve videos de conferencias, ve programas como los de crimen e investigación, te ayudarán a mantenerte en el ejercicio de querer predecir lo que pasará o identificar la pista del culpable, entrena tu cerebro, hay miles maneras de hacerlo.
Lo mas importante, comparte tu lectura, con tus amigos, tu familia, tus seguidores en redes, antoja a otros para que lean como tú.
Un presidente profesor