“4 años con un Duque disfrazado de presidente”
Damos la bienvenida al 2022 y queremos agradecer a nuestros fieles lectores por estar ahí, por esperarnos con algo de paciencia, no habíamos podido retomar nuestras publicaciones para este nuevo año debido a algunos ajustes y cambios que se vendrán para seguir creciendo y consolidarnos como lo que somos y que esta consignado en la pestaña de inicio de nuestro portal: “Somos un proyecto digital interdisciplinario, abierto y disponible que garantiza la participación de voces críticas sin distinción de ideologías y posturas políticas, religiosas, y sociales. Solo buscamos que las opiniones y experiencias personales, laborales, socioeducativas, culturales, filosóficas y religiosas tengan un espacio donde convivir para así construir un ecosistema académico y social que forme o eduque para la vida. Respondiendo así positivamente a las demandas de este siglo”.
Recuerdo que cerrando el mes de octubre del 2021, en el contexto de Halloween publique una columna titulada: 4 años con un Duque disfrazado de presidente, uno de los contenidos de aquella columna decía lo siguiente: Ojala el disfraz del presidente Iván Duque tuviera algo de verdad, por ello una cosa es hacer campaña, otra muy distinta es gobernar y como el pasado no perdona. Hoy se es fácil recordar que hace 4 años uno de los videos de promoción de campaña de Duque con los jóvenes; como buen culebrero paisa nos embaucaba de la siguiente manera: “por 4 años de: legalidad, equidad, emprendimiento, seguridad, mejor educción, mejor salud. Por 4 años (el chiste e empieza a contar solo) de cero corrupción, sin mermelada, dialogo permanente, menos impuestos y austeridad”.
Bueno no han pasado muchos meses y lamentablemente para el país el tiempo le ha dado la razón a mi columna pues hace unas semanas atrás la firma encuestadora Invamer Poll dio a conocer los resultados de su última encuesta donde aseguran que la aprobación del presidente Iván Duque está en un 20 %, bajando dos puntos en comparación con el sondeo realizado en diciembre de 2021. Mientras que, su desaprobación pasó del 71 % al 73 %, según los 1.200 ciudadanos encuestados.
Que pasara por la cabeza de Iván Duque cuando recuerda que pronto termina su periplo por la casa de Nariño. Duque Márquez quien se posesiono con la venia de ser el Presidente más joven en ocupar el primer cargo de la nación (el Macron Colombiano). Pero quien increíblemente se despide con un record impensado tanto para el como para su patrocinador político; es el peor presidente que ha tenido Colombia en los últimos 30 años bajando del pedestal a desastrosos ex presidentes como Ernesto Samper y Andrés Pastrana.
La imaginación de la escritora británica Mary Shelley, dio lugar a uno de los clásicos de la literatura el monstruo de Frankenstein. Relato inverosímil, para nuestro presente pero cuando fue concebida hace doscientos años constituyó la primera obra de ciencia ficción de la historia. Víctor Frankenstein era un visionario lunático ávido de gloria que quiso emular a Dios dando la vida a un engendro imposible. El símil lo traigo a colación porque todos sabemos quién ha sido ese Víctor Frankenstein de nuestra política que quiso hacer un presidente a su imagen y semejanza pero después de darle vida a su creatura nuestro Victor criollo se siente culpable de haber traído una nueva vida al mundo sin provisiones para cuidar del «monstruo». Decide huir con miedo y asco de su creación y su conciencia. El monstruo vaga por los campos de la casa de Nariño buscando un partido que lo recoja en su regazo.
Después de este interesante simili literario, quiero acotar algo más que es muy consecuente con la imagen desfavorable del presidente Iván Duque es su paso por Europa, donde hace unas semanas intervino ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia). Donde no todo fue color de rosas, ni apretones de manos ni abrazos, pues varios eurodiputados se hicieron sentir y elevaron su voz de protesta por su presencia en la duma portando mensajes como “Paren la matanza en Colombia”, “Quién dio la orden” o “Respeto a los Acuerdos de Paz”.
Una de las voces de protesta fue la de la eurodiputada Sabrina Pignedoli, quien sostuvo que al presidente “se le acusa de graves delitos” y que organismos como Amnistía Internacional o la ONU han expresado su preocupación por la situación de derechos humanos en el país.
Hechos como estos sino fuese por el auge de las redes sociales tal vez hubiesen pasado desapercibidos en un país donde una gran parte de la prensa informa lo que conviene informar pero este pequeño suceso ocurrido del otro lado del continente es una muestra más que el 73 %, de desaprobación en cuanto a la gestión del mandatario Colombiano durante estos casi 4 años no es un invento ni es gratis es algo que se ha ganado y por ello su creador al ver estos datos mejor lo ha dejado solo.
Conocimiento y poder