No tienes que encajar con todos y eso está bien

A lo largo de mi vida, confieso que quise ser la mejor hija, sobrina, amiga, estudiante, pareja, trabajadora, quise ser la mejor y no en términos de recibir aplausos, aunque en el camino los recibí, pero no, mi deseo era encajar, era sentir que los demás estaban a gusto conmigo, ser de bien para los demás, ¿y qué creen? Me fue muy mal, en ese entonces, sentía que se aprovechaban de mí, y es que cuando le das el poder a alguien para que se sienta complacido contigo, ese mismo día le darás el poder de herirte, en las relaciones interpersonales se necesitan límites y llegar al punto de decirte a ti mismo (a) :No tienes que encajar con todos y eso está bien.

Fue así como aprendí a poner límites, a alzar mi voz ante las injusticias, a no permitir que se me niegue el derecho de sentir y tomar mis propias decisiones; Una vez que estableces condiciones en tus relaciones interpersonales te darás cuenta que aquellos a quienes les ofenden tus límites no encajan contigo, esa es una señal clara para que puedas identificar quienes pueden pertenecer a tu círculo social íntimo y a quienes solo puedes brindar lo mejor de ti, pero sin esperar algo a cambio.

Entendiéndose límites como valorar tu tiempo y no permitir que te pidan favores que impliquen que te estreses por cumplir con ellos y dejar tus tareas para después, respetar tus horas de descanso, alimentación o entrenamiento físico sin permitir que te digan que ” eso no es tan importante ” y te señalen desanimándote para que no priorices tu salud, que tengas que elaborar tu solo (a) un trabajo grupal o tengas trabajo extra porque estás soltero (a) y sin hijos o porque tú eres más hábil con la tecnología, porque eres ama de casa y ” no haces nada”, evitar comprometerte a viajar o cualquier otro plan porque estás ahorrando sin sentir que le fallas a los demás por no aceptar sus invitaciones, no permitir que te hagan sentir mal por invertir en tu salud mental, aspecto físico o adquirir algo que deseabas desde hace mucho tiempo, que no quieras hablar sobre un área determinada de tu vida o simplemente no desees dar largas explicaciones , solo tú sabes lo que cuesta tu salud, tu tiempo, tu trabajo, tus metas, tu esfuerzo, tu paz mental, salir de deudas y puedes decir no cuando sientas que uno de esos aspectos puede ser descuidado por complacer a otros.

Minimizar tus emociones, logros, habilidades te hará quedar bien con todos pero en tu interior habrá culpa y frustración, sentirás que le debes algo a los demás y que no mereces sentir plenitud en cada área de tu vida, por ello asegúrate que cuando digas si a los demás no estés diciéndote no a ti mismo (a), la vida es lo suficientemente dura y llena de altibajos como para no permitirte ser tú mismo( a) y darte cuenta que así como a veces te toca el lado injusto de la vida, en tus manos también está cuidar de algo que no se compra en ningún lado, tu paz.

De este modo pude reconocer quienes son las personas que de verdad quieren lo mejor para mí, de hecho no considero tener demasiados amigos solo sé que he sido bendecida en tener en mi vida a aquellas personas que aun sabiendo cuál era mi debilidad no la usaron para herirme, que escucharon una y otra vez  “mi drama”, que me dejaron llorar, que se enojaron cuando algo malo me sucedió y luego me hicieron reír dándome ánimos para continuar, y no, con muchas de esas personas no hablo a diario, a veces tardamos más de tres meses sin vernos y cuando logramos “actualizarnos” es como si no hubiese pasado el tiempo, nadie está ofendido porque el amor no se mide en la frecuencia con la que pueden verse sino en saber que pueden contar el uno con el otro a pesar de la distancia y que genuinamente desean que todo en su vida marche bien,  desean de todo corazón que seas feliz porque honran la luz que traes a sus vidas y del mismo modo procuran que no se apague el brillo de tus ojos, porque no tienes que encajar con todos y eso está bien, como a propósito me dijo una de esas personas.