Mi padre, el fútbol y yo

En la rueda de prensa, horas previas al debut de la selección de Ecuador, frente al anfitrión Qatar al jugador Moisés Caicedo, le preguntan sobre las violaciones de derechos en Qatar. Caicedo no hizo más nada que guardar silencio, sin saber que decir miro a su técnico; el profe Alfaro quien los conoce a todos no hizo más que abrazarlo y tomar la palabra y expresar lo siguiente:

“No lo metan en problemas. Estamos a favor de todos los derechos humanos, en todo el mundo. Y también de la igualdad… abogamos por eso. Ellos son jugadores de fútbol, tienen su talento, tienen sus sueños, sus ilusiones y merecen ser respetados por eso”.

Qatar no es la primera sede mucho menos será la última que esta cargada de polémica, con Rusia también tenían sus recelos y cierro allí porque hoy quiero hablar de la esencia del juego lo que significa este el que es el deporte mas popular y mas hermoso del mundo; tal vez la columna de hoy tiene tintes personales y tu que me estas leyendo te puedes sentir identificado con ella.

Siempre he pensado y poco he manifestado que de niño siempre fui económico en temas de regalo para mis padres, yo sabía que papa Noel no traía nada lo compraba mi papá y también sabia que lo que anhelaba tener de juguete era imposible pues no había plata, pero todos los 25 de diciembre había un Balón y eso era la felicidad máxima.

Recuerdo que un 25 de esos tantos donde tenía un balón de regalo me fui a jugar a un playón que estaba cerca de una iglesia católica y en una de esas patadas tire el balón muy fuerte y fue a tener al techo de la iglesia al ver que no caía me empecé a llenar de tristeza pero pasado unos minutos el balón cae dentro de la iglesia y yo entro corriendo a buscarlo nunca me percate que allí había un perro el cual me correteo hasta que me alcanzo me mordió y me daño la pantaloneta, entre lágrimas con la ayuda de dos adultos me llevaron a la casa y aunque si me dolía la herida me hacía feliz haber recuperado mi balón.

Hoy he llegado a comprender y analizar que me aferre a jugar futbol, de día, de noche, en la tarde en la mañana, porque era mi juguete al cual podía acceder, y cuanto agradezco a mis padres por siempre darme un balón cada navidad y es que no necesitaba mas nada. El futbol es tan popular por lo simple que es y que recuerdo mis duelos con mis amigos donde jugábamos hacer x o y jugador y eran 4 piedras y listo porque se jugaba a pie descalzo.

Hoy adulto he aprendido a ser mesurado, medido, administrador del tiempo sin embargo siempre me las arreglo para ver futbol, pero en mi adolescencia era toda la previa al partido, el partido y el después del partido, el programa del lunes, el especial del clásico; me pasaba como un comercial de Coca-Cola que decía sueña futbol, come futbol, vive el futbol y literal ese era yo.

creo que más de uno creció conmigo escuchando a Mariano Clos con Fernando Niembro en las épicas libertadores de Boca Junior de Palermo, los colombianos y el Virrey Carlos Bianchi quien supo ganarle al todo poderoso Madrid.

Inolvidable la semifinal de libertadores entre Boca vs River año 2004 el partido de ida en La Bombonera había terminado 1-0 para el Xeneize, con el gol de Rolando Schiavi. En la vuelta o revancha, Luis González abrió el marcador para River y Carlos Tevez enmudeció al Monumental con un tanto cerca del final. En el festejo hizo la recordada gallinita, Héctor Baldassi le mostró la roja y ya en el descuento llegó la agónica conquista de Cristian Nasuti y la famosa frase de Niembro que la tengo registrada en mi memoria: “aguanta corazón que estamos viviendo momentos inolvidables”.

En ese mismo año y justamente frente a Boca que se instalado en la final se enfrentó con el sorprendente Once caldas que no tenía figuras, pero si era un equipo que soñaba con alzar la Toyota libertadores (así se llamaba en ese momento por el sponsor) un caldas que tenía a viafara, valentierra, Vazquez, a un gigante en el arco Juan Carlos Henao y el timonel el profe Montoya “el campeón de la vida”. Con estos obreros del terreno de juego el Once caldas puso a vibrar a Colombia arrebatándole el título al poderoso Boca Junior.

Difícil de olvidar para mí también la finalísima de la copa América de 2004 donde brazil en los penales le gana a la Argentina de Bielsa (yo un enamorado del juego de Bielsa siempre) que con un gol del Chelo delgado en el minuto 87 se colocaba 2 a 1 y era campeón, pero lo empato un intratable Adriano, todos en mi casa mis amigos que son los mismos con los que aun sigo sentándome a ver futbol se burlaron de mí; yo era el único que apoyaba a Argentina.

Me dolió la derrota del Milán en el 2005 ante el Liverpol de Rafa Benitez, pasar de un 3 a 0 de ventaja a un 3 a 3 y perder en penales, es la mejor final de Champions que he visto, hoy se conoce como: “el milagro de Estambul”. En el 2007 tuve revancha y mi amado Milan me dio el mejor regalo de cumple que me han hecho en mi vida ese 23 de mayo los Rossoneri con Inzaghi, Kaka, Pirlo, Gatusso, Seedorf, Dida, Nesta y Maldini el gran capitano (Dos clases apartes, si usted estimado lector tiene un hijo, sobrino o primo y lo encamina por el futbol y juega en la posición defensiva y quiere que aprenda del juego s obligación buscar videos de Maldini y Nesta) derrotan al Liverpool 2 goles 1 ganan nuevamente la Champions.

Me dolió la derrota de Nacional ante Junior.  En el primer partido de la final el cuadro barranquillero ganó 3-0 en casa.  Y todos decían que ese marcador liquidaba la final y no fue así en Medellín el verde de la montaña iba ganando 5-1 hasta el minuto 88 y fue ahí cuando apareció un apellido que nunca se me ha olvidado Ribonetto. Quien anota el gol que empató el marcador global y llevó a la definición desde el punto penal, que a la postre le dio el título al Atlético Junior en el torneo finalización de ese año.

También recuerdo la muerte de Antonio puerta jugador del Sevilla quien cae inconsciente en el terreno de juego y los compañeros corren a sacarle la lengua, ese partido me lo estaba viendo junto con mi papá a quien le pregunto porque le sacan la lengua y el me da la explicación.

Fueron muchos los partidos que vi frente a la televisión con mi padre nunca pisamos un estadio, nunca salimos de la casa pero veíamos todo balón que rodara en la tv, no importaba la categoría, ni de qué país fuera, simplemente si era futbol estaba bien, y con mi padre conecte siempre en eso, el no lo jugaba pero lo devoraba en la tv y mi casa era un pequeño boliche como dicen en el sur de América, un pequeño teatro para ver futbol en un tv Daewo de 18 pulgadas que se pagó a cuotas,  la demora era que llegara la hora del partido todos empezaban a instalarse en la casa y a tirarnos en el piso, el único que estaba en la silla era mi señor padre.  Amigos nunca me han faltado y si son de futbol hoy pasado casi dos décadas son los mismos y lo mejor seguimos viendo futbol y jugando, hoy algunos de ellos están gordos y algo pesados, pero siguen haciendo lo que nos une.

Mi padre muere en el 2008 y que me quedo de el y como se instala mi recuerdo en mi mente la tv y los dos sentados viendo futbol, nunca fuimos a piscina, ni a un McDonald’s, ni a un cine, ni a un circo siempre vimos futbol y eso era la felicidad, en instancias como hoy donde se inaugura un mundial me acuerdo de el por eso el tema de los derechos de Qatar no caben en mi columna porque el futbol me hizo feliz cuando yo ni sabia el concepto de derechos, hoy muchos chicos en el mundo deben de estar disfrutando como me paso a mi en mi momento y lo único que les importan es que la pelota ruede.