“Soy ciudadano te lo cuenta”
Uno de los memes que no puede faltar, el 1 de mayo fecha donde se conmemora el día del trabajador es el del personaje con el suéter en el hombro y una jaula en la mano. En cuyo interior reposa alguna ave de cantar o trinar, sea Canario, Congo, Mochuelo, Chirri etc.
Lastimosamente esta sencilla, descripción llena de jocosidad es el imaginario casi colectivo de muchos que ven la tenencia o cría de aves cantoras una actividad de vagancia y no. Un estilo y forma de disfrutar la vida.
Con el objetivo de demostrar que el imaginario o la realidad, es diferente al meme del día del trabajador, decidimos visitar a dos personas que decidieron compartir sus experiencias de toda una vida viviendo, paseando y criando a sus pájaros. Ellos nos expresan que es una linda tradición y que hoy esposas e hijos también valoran y disfrutan su hobbies
Son muchas las historias de estas aves cantoras y hombres que enmarcan la tradición en la región, donde los criadores de pájaros lo primero que hacen cuando van al mercado, es comprar el alpiste de los canarios, antes que la carne, el arroz o los huevos.
Son innumerables los concursos de canto que de manera permanente se realizan en barrios populares y clubes privados de la región, lo que deja entrever el arraigo de esta tradición, que se dice se heredó de los españoles, y el amplio sector de la población que atrapa sin distingo de clase social.
Comprendiendo que son muchas las historias de familia y amigos que se esconden detrás de los amantes de las aves hoy abrimos el espacio para Nicolás Jiménez, un trabajador independiente técnico en reparación de electrodomésticos, oficios varios y quien con el tiempo, de tanto tener pájaros en casa, y por necesidad de contar con alguna jaula en un momento de su vida, y al no tener dinero para cómpralas aprendió hacerlas, al punto que hoy es un experto en su fabricación, y más de una vez cuando las entradas por la reparación de electrodomésticos no sale; le solicitan hacer una jaula, y él se coloca manos a la obra.
Las jaulas las hay de todo tipo, tamaños y formas. Cuyo precio puede estar entre 80.000 la más económica y 170.000 una jaula normal.
Toda una vida rodeada de aves, los cantos que alegran el día de esta familia, son una buena motivación para mantenerse unidos y contentos. A las jaulas y al canto de las aves le acompañan algunos trofeos que son la muestra de esto que él llama una pasión. Nos comparte el más recién, solo hace días participo en un torneo de Congo donde su ave obtuvo el primer lugar. Para cerrar esta conversación con el señor Nicolas él nos deja algo claro que los amantes de las aves no son vagos son personas muy trabajadoras que sienten un amor profundo por estas aves de vuelo corto y canto alto a los cuales les dedica tiempo y atención como si fuese un hijo más.
Nuestro otro invitado a este especial de historias en nuestras publicaciones dominicales es José Romero, pastor de profesión pero amante a la cría y conservación de las aves, es un experto en todo este tema. Manifiesta que hace unos 10 años cuando falleció uno de sus hijos, le sobre vino una diabetes y todo ese cumulo de cosas le hicieron decir no tengo más pájaros, y a todos los libero; sin embargo pasado un tiempo alguien le ofreció un pajarito y después de tanta insistencia, decidió aceptarlo y de nuevo, el canto de las aves en casa pudo más. Le conquistaron el corazón al punto, en que hoy cuenta con un número significativo de ellas a las cuales les dedica el tiempo requerido. Las aves aunque; no son la cura para sus achaques, si se han convertido en una distracción, o linda forma de matar el tiempo, y manejar el estrés. Sus pájaros no son curativos pero si le hacen ver y vivir la vida con un panorama diferente y así como muchos encuentran placer al correr detrás de un balón, o ir al gimnasio, otros montar cicla, trotar. Estos amantes de las aves ven en esto; su pequeño espacio, lugar en ese universo de pensamiento y formas de vida donde cabemos todos y queda espacio.
Puedes escuchar la entrevista completa dando play sobre la imagen
Theryokurugu