Columnas

Al que anda entre la miel, algo se le pega

Existirán muchas razones por las que no olvidaremos al presidente Iván Duque. Y no hablo de su especial habilidad para ser el...

Existirán muchas razones por las que no olvidaremos al presidente Iván Duque. Y no hablo de su especial habilidad para ser el mandatario con más memes virilizados, o por tratar de meter un gol con una reforma tributaria en la peor crisis del país.

Recordaremos también a un presidente que tuvo desaciertos al elegir ministros.

Sí, este Gobierno se ha destacado por el uso frecuente en los últimos meses de la moción de censura, la cual va dirigida a ministros, superintendentes y directores de departamentos administrativos por asuntos relacionados con sus funciones, o por no atender los requerimientos y citaciones del Congreso de la República. Esta moción, de ser aprobada, logrará que el funcionario sea separado del cargo.

Tres ministros de defensa fueron los primeros en ser llamados a moción de censura, el más reciente fue Diego Molano, pero se hundió. Recordemos que está promovida por congresistas de la oposición que lo acusaron de ser el “responsable político” de la violencia policial en las protestas que comenzaron el 28 de abril.

Antes que Molano, fue Guillermo Botero, cuestionado por no revelarle a tiempo al país la muerte de menores en un bombardeo a un campamento de las disidencias en el 2019. Se arriesgaba, en el momento de su salida, a convertirse en el primer ministro en la historia en perder la votación de una moción de censura.

El famoso ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, estaba en el ojo del huracán por su proyecto de reforma tributaria y su grave equivocación en el precio de una docena de huevos, dos situaciones que fueron el florero de Llorente para las violentas protestas del paro nacional. El presidente Duque, sin embargo, lo reencauchó como codirector del Banco de la República.

Imposible olvidar a la ministra Karen Abudinen, quien fue tumbada por el escándalo de Centros Poblados, un contrato para conectar a 7277 escuelas rurales del país a internet, que dejó consecuencias políticas de marca mayor, pues este fue objeto de caducidad tras descubrirse que presentó garantías bancarias falsas. Y como si fuera poco, a esto se le sumó un anticipo de $70 mil millones que no han sido reembolsados, lo que hizo que su permanencia en el cargo se volviera insostenible.

Definitivamente, las personas con las que nos rodeamos hablan mucho de lo que somos. Sin duda alguna, a este Gobierno le cae al pelo el viejo refrán que dice «Al que anda entre la miel, algo se le pega», ¿o será, mas bien, al que anda entre la mermelada?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *