Cultura

Construyendo la realidad

Hace unos días, veía una película donde una persona tenía la posibilidad de ver las consecuencias de sus decisiones, la escena que...

Escrito por Eduardo L martinez · 3 min read >

Hace unos días, veía una película donde una persona tenía la posibilidad de ver las consecuencias de sus decisiones, la escena que más me llamó la atención fue cuando el protagonista sabía que habían hombres armados esperándolo pero no sabía dónde estaban, así que se quedó de pie un momento, su poder le permitía desplegar múltiples versiones de sí que se separaban y tomaban todas las posibles rutas y direcciones, viviendo todos los posibles escenarios y las consecuencias de esto; en algunos, el moría pues llegaban donde sus enemigos y era baleado, en otros, lograba escapar y otros donde era torturado, lo curioso del caso, es que en realidad no había pasado nada, él estaba de pie, solo que su poder le permitía vivir toda las posibilidades al mismo tiempo de manera casi astral, es decir, que en realidad no pasaba nada ni siquiera corría peligro, puesto que al saber todos los posibles escenarios sabía cómo evitarlo, de esta forma terminó ganando la batalla contra su enemigos.

Obviamente todo esto es pura ficción pero es interesante pensar que en realidad nosotros hacemos eso, aunque no nos resulta de la misma manera; no sé tú, querido lector pero en mi caso, muchas veces al tomar una decisión, me imaginaba más de un millón de posibles resultados de lo que pasaría, lo más gracioso del caso es que rara vez acertaba cuando era algo que de verdad me preocupaba y me decepcionaba al pensar que no decidí bien, es más me cuestionaba al decir ¿Por qué no tomé otra decisión?,  me llamaba tonto por hacer una cosa  y no hacer la otra, eso me llevaba a elegir mal, pues el peor consejero para la toma de decisiones es el miedo a que esa decisión te lleve a un resultado negativo. No se ustedes, pero por ejemplo al hacer exámenes después de responder todo, me pongo a revisar las respuestas y me cuestiono sí respondí bien, al leer veo que quizá me equivoqué en algo, así que corrijo pensando que fue para mejorar lo respondido pero mi sorpresa era que cuando me dan los resultados del cuestionario, la primera opción que elegí era la correcta y por cambiarla respondí mal, es decir, finalmente elegía mal; lo malo, no por equivocarme, si no por no estará aseguro de mis respuestas, por la mera indecisión que causa no saber si elegí bien terminé con una nota negativa.

Todos tenemos miedo a la hora  de pensar  cuales son las consecuencias de lo que decidimos, sean consecuencias  buenas o malas, al momento que estamos tomando decisiones no sabemos cómo resultará, claramente no hablo de toda elección, hablo de esas que sus resultados de una u otra manera nos afecta, como por ejemplo con quien te casarás, que palabras dices a la hora de una conversación importante, renunciar a un empleo, dejar a esa persona con la que llevas años en una relación, elegir donde vivir, elegir tu carrera para estudiar, entre otras. Esas decisiones, sea cual sea, lo que optes en elegir va a afectar tu vida, por ejemplo a quien aceptas en tu vida puede traer múltiples escenarios, cuando dejas entrar a tu vida esos amigos que pueden o no traicionarte, usarte , hasta meterte en problemas, pero por eso no vas a dejar de tener esos amigos, porque sí, puede que resulte mal pero también existe la posibilidad de que resulten en unos buenos amigos, que incluso optes en hacerlo padrino o madrina de tu boda pero tienes miedo de hacer amigos porque no confías en nadie, sin embargo, como escuché una vez “no por miedo a errar vas a dejar de jugar”, no por miedo a elegir vas a dejar de actuar, no por miedo a lo que pasará vas a dejar de tomar decisiones, recuerda tú decides en qué dirección va tu vida.

Es verdad que tú decides y de hecho te puedes equivocar, es más, puedes llorar o sufrir por tus decisiones, no te niego que eso podría pasar, pero eso es parte de la vida, eso te enseña, así sabrás más adelante que no y que si debes elegir para tu vida. Ahora  bien, si no actúas, puede ser peor, si no decides  alguien más decidirá por ti y si eres como yo, que te duele cuando te equivocas, imagina como será cuando no hayas decidido tú mismo que eso pasara, que te hayan “obligado” a recibir esas consecuencias de “tus” decisiones cuando claramente no optaste por ellas; es como cuando te regañan por eso que no hiciste, pero estás implicado, algo que alguien hizo pero por estar en el lugar equivocado te señalaron, un escenario así, da impotencia y rabia en algunos casos; bueno, funciona igual cuando no decides y el mundo decide por ti, la vida si no tomas las riendas de ella funciona como un avatar en un juego, sí no le mueves los controles puede que  no se mueva o se mueva solo y puedes perder el juego.

¡Recuerda!, no es malo sentir miedo, es malo que ese miedo te lleve a estrellarte, a tomar malas decisiones, piensa con cabeza fría, pero actúa. No dejes que otro tome las dicciones por ti, eres quien define cómo será tu vida, tú decides, sí pasa algo bueno o malo no es porque otro decidió por ti, es porque tu decidiste, sí erraste llora y sigue, piénsalo fue algo que tu propiciaste y bueno, en esos casos hay que aceptar el error y continuar, no te quedes quieto. Sí piensas que es lo mejor por hacer, hágalo, ahora, no es necesario que alguien te presione a elegir, tú decides, pero ojo, no demores mucho, porque estás construyendo tu futuro y debes decidir hacia dónde va tu vida, no te dejes vencer por el miedo y avanza. ¡no olvides que él que sabe lo que quieres para tu vida y hacia donde quieres ir, eres tú mismo!

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