En esta nueva columna que traigo quiero dejar reposar esos temas de política y sociedad colombiana para hablar de algo que me apasiona mucho. El futbol debido a dos noticias que en el mundo del futbol han llenado las tapas de los diarios. No se trata de goles ni de títulos.
Soy de los que creo en las historias y las conexiones que en ella hay y esta vez el turno le toco al futbol, se podría decir que de manera continua, para no decir que ocurrió al mismo tiempo, dos despidos de empleados de una empresa. Usted dirá ¿Dónde está la novedad si diariamente despiden gente de un empleo? La novedad la veo y la conecto que ambos despidos se dan en el futbol. El futbol es el rey de los deportes por seguidores, audiencias, marketing y por la cantidad de dinero que mueve. Y por esa cantidad dinero que se mueve estos despidos implican cumplir los contratos de los “humildes y asalariados obreros”. Estoy hablando de Antonio Conte, técnico Italiano “sorpresivamente” despedido, pues deportivamente su equipo marchaba de regular a bueno, pero en una liga como la inglesa con proyectos futbolísticos tan serios al largo plazo no es razón para despedir a un técnico.
Pero las razones por las que cesan el contrato a Conte nos conectan con otro técnico, Julian Nagelsmann técnico del Bayer Múnich, y este despido sí que es sorpresivo, pues futbolísticamente no había baches en materia de resultados, pero como el pez muere por la boca, estos dos entrenadores cometieron el erro de hablar un poco de más y ser demasiado “sinceros” rayando la imprudencia para con sus jugadores y jefes, dañando toda relación y confianza. Es muy difícil que un jugador escuche y atienda las ordenes de un técnico que abiertamente ha cuestionado su trabajo; como la ropa sucia se lava en casa, pues estos dos se conectan en que prefirieron lavar la ropa sucia ante los medios y allí se dio: “La crónica de un despido anunciado”.
Antonio Conte es, sin lugar a dudas, uno de los mejores y más exitosos entrenadores de la última década. Sin embargo, ha acreditado la misma facilidad para hacer campeones a ‘equipos en crisis’ que para marcharse por la puerta de atrás. Sus polémicas salidas de tono siempre terminan siendo los motivos para irse peleando con todos
Tras empatar su equipo el Tottenham con el Southampton (3-3) dio una incendiaria conferencia de prensa donde dijo: “El problema es que hemos demostrado que no somos un equipo. Veo jugadores egoístas. La historia del Tottenham es esta lleva 20 años con el mismo dueño y no han ganado nada. ¿Por qué?”, se preguntaba Conte después de desperdiciar un 1-3 a favor.
A lo que el exfutbolista Jaime Carragaher hoy comentarista y analista de un medio televisivo inglés dijo: “Quiere que lo despidan ya… y el Tottenham debería hacerlo. No deberías hablar así de tu club, sobre todo cuando te pagan una fortuna”.
Ese día llego, ayer, fue anunciado el despido del técnico, así lo anuncio en su cuenta de Twitter su club. “Podemos anunciar que Antonio Conte ha dejado el club de común acuerdo. Conseguimos la clasificación para la Champions League en su primera temporada. Le agradecemos su contribución y le deseamos lo mejor para el futuro”, reza la nota de prensa de los ‘Spurs’.
El otro personaje que traigo a consideración es al exitoso y con un futuro prometedor, unos de los técnicos más jóvenes del futbol mundial con una propuesta de juego moderna y por quien el Bayer, que es bien juicioso en sus proyectos deportivos, se atrevió a en 2021, a pagar 27 millones de dólares para asegurar la llegada de Nagelsmann, quien tenía contrato con el RB Leipzig, pero ante la necesidad de un nuevo estratega, la directiva del gigante alemán desembolsó la millonaria cifra.
Asimismo, tras pagar esa cláusula de rescisión, el equipo, seis veces campeón de la Champions League le otorgó a Nagelsmann un contrato de 8.6 millones por temporada, mismo que se haría efectivo por 5 años, sin embargo, este solo duró 2 años y el pasado jueves saltó la sorpresa en la élite del fútbol mundial. Julian Nagelsmann era fulminantemente despedido del banquillo del Bayern de Múnich tras caer 2-1 ante el Bayer Leverkusen. El club explicó que esta decisión se tomó para garantizar el éxito deportivo ante las “fluctuaciones” que había con los resultados y el rendimiento del segundo tramo de la temporada. Sin embargo, según apunta el diario alemán ‘Bild’, el verdadero motivo sería que hasta seis jugadores le hicieron la cama, en otras palabras, lo traicionaron y le organizaron la fiesta para que sea despedido.
Ya se conocía que la relación con el vestuario no era buena, cuestiono que alguien de dentro del vestuario filtro a la prensa una de sus tácticas de juego, a lo que de manera generalizada señalo que había un topo en el camerino, a Nagelsmann se le critica que tiene una inclinación por su autorretrato público y la falta de autocrítica.
Cual fuere el motivo de su despido en cifras económicas, igual que al técnico Conte al Bayer le cuesta la módica cifra de: 25.8 millones de dólares, para cubrir los 3 años restantes del contrato, si a esto le sumamos la cláusula de rescisión pagada y los dos años de contrato pagados al alemán suman 70 millones de dólares en total.
Una vez más está demostrado que no todo pasa por ser excelente, desde lo disciplinar, ambos técnicos de futbol han sido despedidos por episodios similares, por hablar de más y por no saber gestionar ni comunicar sus disgustos, y de nada ha bastado estar preparados para plantear un partido y ganarlo.
Pues les ha faltado algo que Daniel Goleman ha predicado hasta la saciedad “La inteligencia Emocional” tan necesaria y útil más en estos tiempos, entonces a pesar de que el coeficiente intelectual siempre ha estado relacionado con alcanzar nuestras metas, los últimos estudios indican que son otros factores como la inteligencia emocional los que nos ayudan a conseguir ser personas más exitosas. La mayoría de decisiones que tomamos en nuestro día a día son producto de las emociones que sentimos, por lo que si somos capaces de dominar aquellas emociones que no nos permiten pensar con claridad, tendremos un mayor control sobre nosotros mismos y nuestras elecciones no estarán influenciadas por lo que sentimos en determinados momentos.
Si personajes como Conte y Nagelsmann que tiene a su disposición manager, asesores, y representantes no son capaces de refrenar su lengua, esa que termino siendo crónica de un despido anunciado debería servir de ejemplo para uno entender que conocer nuestras propias emociones y poder actuar de acuerdo a como el contexto positivamente hablando lo requiere en vez de una debilidad se convertirá en una habilidad social que garantiza el éxito en todo lo que se haga.