Parpadeos
Por: Adán Peralta*
“Aquí, tal vez, sobre esta imagen, / cada día reconstruyes la dicha de vivir, /de encontrarte con tus pasos oscuros”
Giovanni Quessep
El hombre comienza a bajar los escalones del sótano. Está a oscuras y siente un pesado silencio que tritura el tiempo. En la medida en que avanza, percibe que ya no es él. Remolinos invisibles se agitan en su interior. Descubre algo perturbador bajo sus extremidades. Mira hacia atrás y observa que cada peldaño que sus pies abandonan se va deshaciendo. De súbito escucha sus latidos, y la angustia lo invade. Sigue bajando. Llega al último peldaño y percibe una luminosidad: un espejo en la pared. Se ve reflejado en él, o eso es lo que cree.
El hombre fija sus ojos en los de su imagen. Las afanosas pupilas se encuentran. Hay un vínculo enhebrado en ese cruce de miradas, y el otro en el cristal le sonríe. El hombre se extraña; esa sonrisa no es la suya. El del espejo lo saluda con un gesto de mano. Algo inasible irradia ese movimiento. Entre hombre e imagen hay destellos de fosforescencia. Es un resplandor que lo absorbe todo, que lo supera todo. Llega la palpitante ansiedad. Algo atrae al hombre hacia el espejo. Él suspira, emite un delgado aliento. Entra y se desvanece.
El otro sale del espejo y se aposenta del ambiente. Respira en su propia sombra y camina con lentitud hacia los nuevos escalones. A su paso se esfuma los ya transitados. Al llegar al final, encuentra otro espejo. Allí, en los dominios enigmáticos del cristal, ve su reflejo. Su imagen le sonríe El hombre se espanta. Avizora el mismo esplendor. Es la ebriedad del instante. La sonrisa reflectante tampoco es suya. Surgen interrogantes trata de domar esas preguntas. Vago intento. El del cristal lo saluda con un movimiento de pestañas: parpadeos del destino. El nuevo hombre entra en el espejo. El otro sale, e inicia el recorrido de los nuevos escalones que se presentan frente a él.
Les comparto la edición #68 del mes de marzo de 2023 de nuestra revista: “CRISOL”. Allí podrán leer mi cuento: “Parpadeos” y otros textos interesantes. Vale la pena leerla y compartirla.