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La corrupción no tiene ideología

Después de dos semanas donde el escándalo de la UNGRD es la tapa de cada noticia y donde con el paso de...

Foto del avatar Escrito por Malkin Martinez Montes · 4 min read >

Después de dos semanas donde el escándalo de la UNGRD es la tapa de cada noticia y donde con el paso de los días se ha ido viendo el tamaño del iceberg y donde las responsabilidades hoy son compartidas el gobierno actual y gobiernos anteriores funcionarios de partidos izquierda, centro y derecha todos cortados por la misma tijera de la corrupción. Un cáncer que ha hecho metástasis en todos los estamentos de la política y la sociedad y que no respeta ni color ni ideal político por mucho que en cada hueste los uribistas griten y los petristas griten: mi dios es mejor que el tuyo.

En medio del seguimiento a esta noticia donde lamentablemente cada nuevo escándalo de corrupción supera al anterior quise hacer memoria y en ese ejercicio me encontré con dos figuras políticas muy sobresalientes de bandos diferentes de rivalidades muy parecidas a un River vs Boca o un Real Madrid vs Barcelona.

Con dos promesas políticas extraordinarias con talante, formación, disciplina y fidelidad a sus ideales de partido pero que solo quedaron en eso en promesas, algo así como esos jugadores que explotan en una o dos temporadas, registran buenos goles, asistencias, logran un título son vendidos como figuras y hasta ahí llego su carrera no se vuelve a saber de ellos. En el plano de la política colombiana esas dos promesas no tienen la misma edad es mas uno de ellos ya falleció hace un año y hasta creo que su muerte no tuvo mucho eco debido a ese escándalo político que lo eclipso. El otro jugador si esta por ahí después de salir en libertad condicional medio se asoma al terreno de juego, pero sabe que todos se acuerdan de su última mala actuación en la cancha.

Estas promesas que nos ha dado el deporte político colombiano una que enarbolo la bandera de la izquierda y que lamentablemente la corrupción pudo más que su formación y nivel de preparación que al final de cuentas no le sirvió de mucho es ex alcalde de Bogotá (QEPD) Samuel Gustavo Moreno Rojas nació en Miami en 1960 durante el exilio de sus padres y su abuelo, el general y expresidente Gustavo Rojas Pinilla. Fue abogado y economista de profesión, además de un reconocido político en Colombia. Estudió en las más reconocidas universidades del país, como la Universidad del Rosario y la de los Andes. También tenía un máster en Administración Pública de la Universidad de Harvard.

En 2007 fue elegido alcalde de Bogotá con el aval del Polo Democrático Alternativo, pero en junio del 2010 su alcaldía fue vinculada con un presunto carrusel de la contratación que fue investigado por la Procuraduría General de la Nación debido a posibles irregularidades en la adjudicación de contratos y corrupción en la construcción de la fase III de TransMilenio.

El 3 de mayo de 2011 la Procuraduría lo suspendió de su cargo y meses después confirmó la expulsión definitiva de Moreno de la Alcaldía Mayor de Bogotá, Moreno fue capturado y transferido a la Escuela de Carabineros

No fue sino hasta que, en 2016, el Juez Penal 14 de Bogotá encontró culpable a Samuel Moreno de la apropiación de 2.790 millones de pesos de recursos de la salud, esto tras recibir comisiones por el contrato de las ambulancias del distrito, sumado a otras irregularidades en contratos públicos.

El exalcalde fue condenado a 24 años de prisión, en 2022 la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia rebajó esta pena a 11 años y 10 meses, pero el 9 de febrero de 2023 Moreno fue trasladado al Hospital Militar tras sufrir un desmayo, al día siguiente se confirmó su deceso producto de un shock refractario hasta presentar parada cardiaca.

El otro prometedor jugador es de otra generación ha contado con la suerte de tener una edad aun adecuada para retomar una vida publica tal ves sin la credibilidad de sus años gloriosos cuando llego a ser apodado “uribito” por su cercanía y hasta parecido con su mentor. Este prometedor jugador en la política colombiana es Andrés Felipe Arias nacido en Medellín en 1973, graduado como economista en la Universidad de los Andes en 1999. Luego hizo una maestría y un doctorado de economía en la Universidad de Los Ángeles. En el 2000 conoció al presidente Uribe en un Club Campestre en Medellín.

Su carrera política comenzó cuando finalizó su doctorado: el entonces presidente Uribe lo nombró director de la política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda en el 2002. Después fue nombrado viceministro de Agricultura en el 2004, y luego ministro en el 2005. En este último cargo, Arias lanzó el programa Agro Ingreso Seguro para darle subsidios al Agro. El programa fue fuertemente criticado en el Congreso y en la opinión pública porque terminó beneficiando a los sectores más pudientes del país más que al campesinado pobre colombiano.

En 2011, el Procurador Alejandro Ordoñez lo destituyó e inhabilitó durante 16 años por cuatro faltas disciplinarias gravísimas: la primera es que no cumplió con los “factores de evaluación precisos y claros” en la asignación de los subsidios. La segunda es que se desconocieron los principios de transparencia, selección objetiva y responsabilidad. La tercera es “desconocer los principios de transparencia y responsabilidad que gobiernan la actividad contractual, al utilizar la modalidad de contratación directa para celebrar los convenios especiales de cooperación científica y tecnológica”. Y finalmente, se sobrepasaron los topes de gastos del programa, desbordando los porcentajes establecidos para 2008. En efecto, Arias contrató directamente con el IICA y excedió los topes por un valor de más de 6.000 millones. En el caso particular del ex ministro, hubo irregularidades en los gastos de administración y de cooperación científica, valorados en más de 280 mil millones, que terminaron en manos de familias poderosas de la costa.

A estas dos promesas de la política colombiana a diferencia del 80% de los jóvenes en Colombia lo que le sobro fue educación, estuvieron en las mejores universidades, lograron el “éxito” y reconocimiento público que toda persona quiere tener; digamos que lo mas grave es que estos dos personajes uno hoy ya fallecido el otro en libertad condicional son apenas la muestra de una población donde casi siempre quienes están involucrados provienen de familias con poder económico o político, bien sea local, regional o nacional. Los corruptos de lo público son profesionales, personas educadas en los mejores colegios y universidades

Detrás de un hecho de corrupción hay un acto de egoísmo humano donde sólo importa el cómo voy yo, me olvido del resto de la sociedad, hombres sin nobleza, por ello se viola la Ley sin pudor. También detrás de la corrupción en el sector público o privado, de izquierdas o derechas hay un beneficio del poder político, económico o social.

A prevenir la corrupción deben ayudar varios sectores, pero sin duda, el sector educativo tiene enormes responsabilidades para que junto con las familias y los medios de comunicación ayuden a reformular valores donde por lo menos primen: primero, una cultura del esfuerzo y del trabajo para el éxito personal y social; segundo, que cada colombiano tenga un sentido ético y sea capaz de unificar las 2 preguntas claves: ¿cómo voy yo y qué le conviene a la sociedad?, menos egoísmo y más humanismo.

 

 

Escrito por Malkin Martinez Montes
Lic. En Humanidades con énfasis en lengua castellana. Magister en recursos digitales aplicados a la educación, universidad de Cartagena. Codirector y columnista del portal de opinión Soyciudadano.org Profile

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