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La pandemia de lo absurdo

Tedros Adhanom Ghebreyesus este nombre un poco complicado de pronunciar y que más de uno como yo hasta hace unos meses no...

Foto del avatar Escrito por Malkin Martinez Montes · 3 min read >

Tedros Adhanom Ghebreyesus este nombre un poco complicado de pronunciar y que más de uno como yo hasta hace unos meses no sabía; si dicha mención correspondía a alguna empresa extranjera, una aseguradora, una multinacional petrolera o un laboratorio de medicamentos. Ninguna de las anteriores como diría Paulo Laserna, si fuese una de las preguntas para pasar de una ganancia a otra, en el antiquísimo programa “quien quiere ser millonario”, que por cierto es lo más educativo que caracol ha presentado en su historia.   Pero este particular nombre el cual  distraídamente lo asociaría con el sustantivo de una farmacéutica, tiene la coincidencia de ser del director de la OMS. Entidad que no es de los afectos de Donald Trump; como tampoco de su discípulo, Jair Bolsonaro. Nuestro Donald latino y del algunos otros ciudadanos  que por ahí le dan lugar a las teorías conspirativas y consideran a la OMS como parte del plan malvado para reducir la población mundial, quien sabe hasta dónde eso sea cierto; pero para que gastar energía pensando en los Rothschild, Morgan, Rockefeller y Soros. En Colombia tenemos al innombrable, al gran colombiano, al presidente eterno, al titiritero creo que con él es más que suficiente, si de controlar algo se trata.

Pero dejando la teoría conspirativa a un lado, considero que lo más importante de todas las veces que he escuchado hablar al señor Tedros  (director de la OMS); a lo mejor hoy más buscado en google que antes.  Es lo expresado en estos días: “La gran amenaza que enfrentamos ahora no es el virus en sí mismo, la amenaza es la falta de liderazgo y solidaridad a los niveles global y nacional”. Las cifras a nivel mundial lo respaldan debido a que en los últimos dos días, los casos confirmados de covid-19 fueron alrededor de 170.000, lo que si bien representa una disminución de los 200.000 del fin de semana anterior, siguen siendo números muy altos. América es el continente que más afectados tiene, con 6,12 millones de contagios confirmados y unos 272.000 fallecidos. Eso es la mitad de todos los que se han registrado en el mundo. Mientras que el viernes 10 de julio Colombia cerró la jornada con las cifras más altas de contagios y muertes por coronavirus en un día, con 6.803 nuevos casos y 211 fallecidos; para la misma fecha el departamento de Sucre reportó 100 nuevos casos de covid-19 y 12 nuevas muertes.

Retomado o parafraseando lo que dijo el señor de la OMS; la amenaza que hoy nos está colocando en jaque es la falta de liderazgo y solidaridad. Dos palabras que no nos hacen feliz, sino todo lo contrario; sin embargo más de un lector de mente muy creativa, en estos momentos se habrá acordado del comercial aquel del producto Alpina que tiene un eslogan que dice dos palabras que te hacen feliz. Bueno en este caso jugando hacer el publicista negativo del covid-19 para Colombia tendría un eslogan similar (liderazgo y solidaridad) dos palabras que te hacen, o  nos hacen infeliz. Porque si hay algo que se ha repetido hasta la saciedad es que esta pandemia ha venido a desnudar las falencias de un sistema de salud frágil, con unas IPS que tardan una eternidad en llegar hacer pruebas y literal una eternidad porque más de una vez el paciente se ha ido a una eternidad sin saber si era positivo, en otras ocasiones y en el mejor de los casos los pacientes o sospechosos de tener algún contagio llaman y las líneas nunca atienden, pasados los días a persona se termina recuperando gracias a esas cadenas de WhatsApp que promueven el enjuague bucal con sal, el infaltable limón y panela, las aspirinita y el acetaminofén. Pero cuando todos los planetas se han alineado a tu favor y logran contestarte en la IPS y se trasladan hasta tu casa los forrados de blanco, los astronautas del hisopo llegan hacerte la prueba, podríamos decir que eres de los poco que ha contado con suerte. Sin embargo una es de cal y otra de arena. Ahora son tus vecinos esos de toda la vida los que te decían hay que ser positivo, negativo nunca, paradójicamente ahora te desprecian ´por ser positivo y en este juego de palabras sino hubiese contexto para darle sentido a estas grafías cualquiera diría el mundo, Colombia (polombia para duque), Sincelejo está loco o falto de solidaridad;  a lo que respondería por allá a lo lejos desde su vecindad el chavo las dos cosas.  Pero más que loco está falto de liderazgo y si una bendita duda era la que iba acabar conmigo o con Otto Serge. En este año de la pandemia hay que decir benditos egos van acabar con todos y sino pregúntenle a Claudia López, en su versus Iván Duque. Y para no irnos muy lejos, pregúntenle al Gobernador Espinosa y al alcalde Andrés Gómez los cuales días atrás durante la visita de ministro de salud, se sacaron los trapos al sol, pullas que iban y pullas que venían; y el ministro atento de que ninguna le cayera a él.  ¿Quién tiene la culpa? La pandemia, el covid-19, a decir verdad es lo mismo. Bueno falta que digan que el tubo tuvo la culpa por la mala atención que se la ha dado a la pandemia del coronavirus.

Lo lamentable de todo esto es que si nos hacemos una introspección, o nos miramos interiormente  en algo todos somos responsables, todos debemos cuidarnos y todos debemos actuar con solidaridad, aclarando no con la solidaridad que caracteriza al señor Sarmiento Angulo. Sino con la solidaridad que nos ha hecho grande, esa por la cual nos conocen en muchas partes. Los buenos somos más y este virus no sé, en Polombia,  pero aquí en Sincelejo esta fuera de control, bueno nada me asegura que en algún momento estuvo controlado; con más razón no queda otra opción que estar unidos cuidando uno del otro.

Escrito por Malkin Martinez Montes
Lic. En Humanidades con énfasis en lengua castellana. Magister en recursos digitales aplicados a la educación, universidad de Cartagena. Codirector y columnista del portal de opinión Soyciudadano.org Profile

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