En mi última columna hacía referencia a que la oposición política de Colombia (Centro democrático, sobre todo) se ha ido quedando sin discurso con todo y eso que el gobierno de Petro viene con el estudiante que va a iniciar 3 periodos y le dicen si no mejora pierde el año, o como esos equipos de futbol que están en puestos de descenso directo, pero dependen de sus resultados para que a final de temporada sigan jugando en primera. Con todas esas ventajas que ha dado este gobierno actual. La oposición se ha quedado corta al punto que hoy la mayor oposición al gobierno la hace una periodista con megáfono y que si llegase a tener la bendición del presidente eterno desbanca a todas las cabal y palomas que han estado ahí en espera de primogenitura.
Pero si por los lados de Petro llueve por los paraísos de la oposición no escampa, no despegan en las encuestas y su discurso no convence porque todo lo politizan, todo lo llevan al plano de la beligerancia igual que el actual presidente a quien eso de poner la otra mejilla no va con él y también responde manteniendo la polarización en niveles elevados.
Cuando digo que la oposición se quedó sin estrategias es porque tras el anuncio del gobierno nacional que desde el 31 de agosto de 2024 aumentaría en $1.904 el precio del diésel en todo el territorio y así para conseguir reducir el gasto público del Estado colombiano que subsidia una parte del precio de la gasolina.
En ese sentido, el presidente de la República, Gustavo Petro, justificó el ajuste tarifario en el precio del ACPM, que es necesario para alcanzar la paridad internacional del precio del combustible, similar a las alzas graduales implementadas en la gasolina.
Luego de la justificación del jefe de Estado, varios políticos colombianos salieron a criticar la medida. Una de las principales críticas fue la senadora de la República por el Centro Democrático, María Fernanda Cabal, que afirmó que “las intenciones del Gobierno con el alza del diésel era destruir la economía colombiana, que lo de Petro es destruir la economía y malgastar la plata de los colombianos”, señaló la parlamentaria en su cuenta de X.
En paralelo, tachó al presidente de hablador y mitómano: “Petro “charlatán” profesional. Hace un año se ufanaba de políticas para no subir peajes y no subir el diésel; hoy los colombianos ya hemos soportado dos alzas en los peajes en 2024 y el primer incremento en el diésel de $ 1.904. ¡Es un mitómano!”, se puede leer en su trino.
Por su parte, el representante a la Cámara, también por el Centro Democrático, Andrés Forero, afirmó que: “Tras incendiar el país en 2021, entre otras, porque subirían el IVA a la gasolina de 5 a 19 por ciento, Gustavo Petro duplicó el precio de la gasolina y hoy subirá el diésel $ 1.904″. Además, indicó que “ya no le preocupan los efectos inflacionarios y acusa a los transportadores de uribistas”.
En la misma línea de los miembros del partido político Centro Democrático, el excandidato presidencial Enrique Gómez, se pronunció en contra del aumento del ACPM. A su juicio, esta iniciativa es “el desgobierno de la paz mortal y mal vivir. Sin misericordia con los más necesitados: alza del ACPM”.
Acompañado o al tiempo de estos anuncios y andanadas de críticas se llevó a cabo el paro de los trasportadores que los ministros de esta cartera del gobierno Petro supieron manejar, negociar y sacar adelante, pero lo que deja bien librado o hace que este segundo tiempo del partido Petro arranque con aire en la camiseta y con nuevas energías ante los grandes analistas económicos es la decisión de tomar una medida impopular pero necesaria para la economía del país.
Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, y uno de los grandes críticos de Petro respaldó la reciente decisión del Ministerio del Interior de aumentar el precio del ACPM en Colombia. Aunque reconoce que este incremento es políticamente impopular, Mejía subrayó su importancia para enfrentar una situación económica delicada.
Mejía señaló que el aumento del precio de la gasolina en un 67% durante 14 meses ya había sido una medida desafiante pero esencial para abordar problemas financieros de gran magnitud. Del mismo modo, el ajuste en el precio del ACPM refleja un compromiso gubernamental con la estabilidad fiscal.
Mejía también destacó que el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles alcanzó los 36 millones de pesos en 2022, lo que subraya la urgencia de estas acciones. Según él, estos pasos envían señales claras de que se están tomando decisiones responsables para mejorar la situación económica del país.
Otro que se pronunció fue el Ex ministro José Antonio Ocampo una de las voces en esta materia más serias y respetadas del país en este campo quien con un internauta en X antes Twitter expreso: “es conveniente ajustar el precio del diésel: costoso fiscal y ambientalmente. El alto déficit asociado a este subsidio es un legado negativo de la administración Duque, pero el gobierno de Petro también se ha rezagado un año en comenzar el ajuste”.
Entonces la oposición se equivoca porque como pocas veces en esta ocasión grande economistas, incluso medios de comunicación, y la academia le dieron la razón al presidente. Por lo tanto, ser oposición no es tener una mirada miope de la realidad entrar en el fanatismo de politizarlo todo.
Por este motivo terminado el paro de camioneros, más el anuncio loco y dicharachero de Petro de un software israelí que usaron para chuzar a todo el que quisieran y que después los medios empezar a investigar parece ser cierto el que queda bien librado. Los economistas y académicos le aplauden la paradoja de que el gobierno del “pueblo” le toco subir gasolina y ACPM al pueblo que tanto dice defender y no se ruborizó ante la medida. Así que Petro sin querer le salió una carambola que le ha dado vida.
De ser olvidado estoy cansado.