Son tus ojos un par de diáfanas catedrales invitándome a entrar; temo perder ante tu alma divina y temo perderme en ti; taumaturga, tu pestañear dibuja universos donde solo existimos los dos.
Me has vuelto descuidado o quizá yo hace mucho me rendí a ti; he olvidado como escribir, tanto que he recitado mi verso final al inicio de mis oraciones, pero qué puedo hacer, si mi vida da vueltas al ritmo de tus ojos.
Eres la razón de mi raciocinio, y el motivo para perderlo; soy un loco a la altura de tu cordura, y un enamorado hasta el alto de tus labios.
Soy la nada que te piensa toda, un escrito sin remitente en el tiempo, una rueda de la fortuna que te ha hecho su suerte, una banca abandonada que se posa bajo tu luz.
Soy el milagro que nació en tus labios, la sombra que reflejan tus sueños, el frío de tus más cálidos sentimientos, un abrigo en noches de calor; soy lo que no debería ser, o tal vez solo soy un invento más de tu bendita paranoia.
La timidez de tu valentía, déjame entrar, estoy a las puertas de tu catedral, mi adorada taumaturga de ojitos café.
@Hdvgonz